Historia de Juan Fiel
(Milonga)
Se vino de Río Grande,
me imagino por qué causa;
como de acero, de frío,
derecho como una lanza,
y en un portugués pausado,
musical como gotera,
decía: Eu sou eu, João Fiel,
y toda su historia era.
Cuando las guerras civiles,
se enganchó con el gobierno
y una cinta colorada
se destiñó en su sombrero.
Nunca se quejó por nada,
entre el polvo, bajo lluvia,
a pie o a caballo; muerto
de hambre, de sed, de penurias.
Pero, frente al enemigo
era una terrible máquina
de herir y de despenar,
con carabina o con lanza;
pero, frente al enemigo,
aunque no entendía nada;
y qué podía entender,
o mataba o lo mataban.
Vuelto a la ley de la selva
su facón -la refalosa-
tocó tras muchos combates,
y esto fue casi una norma,
y esto, aunque lo callen muchos,
en los dos bandos fue ley
que, en esta carnicería,
no estaba solo Juan Fiel.
Yo no sé si un documento
o en algún parte de guerra,
vivo o muerto, se le asigna
realidad a su existencia,
pero Juan Fiel y su sombra
es la realidad secreta
de tanta milonga heroica,
su fondo de asco y vergüenza.
Donde la muerte sembró
su agricultura siniestra,
Juan Fiel, la tierra purpúrea,
que pisaste, es esta tierra;
donde la muerte sembró
su agricultura siniestra,
Juan Fiel, la tierra purpúrea,
que pisaste, es esta tierra.
Juan Fiel, la tierra purpúrea,
que pisaste, es esta tierra.
Coro
Es esta tierra...