El Conquistador
Trajo su sangre asesina el conquistador, cortó cabezas y marchó, corta cabezas y marcha, y en su garganta de odio supo el sabor de las culturas que mató, de las culturas que mata, ¡sin importarle una mierda! ¡Conquistador! La muerte vive en sus manos por vocación estrangulando a la raza. La dictadura cobarde de su poder puso al león en la jaula ¡sin importarle una mierda! Y el sol nunca brilló como antes, el hombre traicionó a su propio ser. Cayó la baba del Diablo de la boca del pirata, los hijos guachos mamando la represión. La sombra roja de aquellos que ayer desaparecieron da vueltas por una plaza... ¡sin importarle una mierda! Y el sol nunca brilló como antes, el hombre traicionó a su propio ser! ¡Fuera, maldito conquistador!