Muriéndome de amor
Tu boca puede más que mi cordura
y me tortura la tentación,
con sólo imaginar que tu me besas
ardo en intensa fiebre de amor.
Mi vida es una llama que se inflama
al soplo de una racha de pasión.
Y un ansia que no deja pensar nada,
un ansia atormentada, me arrastra en su turbión.
Hay algo siempre en ti, que me provoca.
Y hay algo siempre en mí, que me apasiona.
Y en medio de los dos, la furia loca
que enciende la pasión en nuestras bocas.
Mil veces he intentado rebelarme,
negándome a esta ciega tentación,
mas tengo un corazón, y soy de carne.
Y al verte junto a mí, vuelvo a besarte,
muriéndome de amor.
Me asusta esta ansiedad con que yo espero
cada momento de nuestro amor.
Me aturde este afiebrado sentimiento
en que me enciendo sin salvación.
Qué embrujo del amor caldeó mi sangre,
qué fiebre me enardece el corazón
y anima en mi flaqueza irresponsable
en ansia irremediable que puede más que yo.