El Dueño del Sueño
Me dijo un amigo que un día la iba a encontrar
En una casa de moda, en una fuente de soda
Vestida con guantes de lana y zapatos de tap
Con un gigante al costado, con un milagro en la mano
Y el mismo decía que un día me iba a enterar
Que no se puede tocar lo que no puedo abrazar
No importa, pensé, caminé y decidí imaginar
Una sirena en silencio, una montaña de encanto
Por una piedra, un calambre en la pierna que me hace dudar
Que mi sirena es de agua, que las montañas no existen
Se cura el calambre, me estiro y empiezo a pensar
Que no se puede abrazar, lo que no puedo tocar
Un perro le ladra a su dueño y le muerde el gabán
Y yo me pongo muy triste, aunque el perro no es mío
Es que el perro es como mis sueños y el dueño soy yo
Como el perro sin dueño, como el dueño del sueño
Me duermo pensando en sirenas y empiezo a soñar
Que no conviene soñar lo que no puedo tocar
En medio de mundos horribles me encuentro con ella
Bailando un mambo furioso, una saeta de ritmo
Me tira del moño, me pongo zapatos y el frack
Me convierto en Sinatra, en Capitán Escarlata
La abrazo muy fuerte, en silencio le empiezo a explicar
Que no conviene soñar lo que no puedo abrazar
Lo que no puedo abrazar
Lo que no puedo abrazar