Escritos del mar
Me escuché gritar
Hasta que el cielo envió al infierno lejos
Te vi suplicar
Hasta que el cielo envió al infierno lejos
Buceé bien profundo
Y en la tempestad nadie oyó mis rezos
Entonces bajé aún más
Y al fin el cielo envió al infierno muy lejos
Nada que quieras hacer
No hay nada que no puedas hacer
Nada que quieras hacer
No hay nada que no pueda hacerse
Corrí al vertе y meterte еn las mareas
Camino al faro, cegada por su luz
Fui tus pies, mostrándome en la arena
Escritos del mar, dicen...
Nada que quieras hacer
No hay nada que no puedas hacer
Nada que quieras hacer
No hay nada que no pueda hacerse