Escolaso
En descartes pensativos
se entreveran por mi frente
fulerías del presente
con primores del ayer.
¡Era linda la que quise!
¡Tuve resto en el bolsillo!
Puro lujo, puro brillo,
puro dar... sin recoger.
Yo perdí el amor sincero,
yo apuré mi vida en copas,
yo vestí de ricas ropas
la coqueta desnudez.
Y pensar que condenado
por la ley del escolaso,
juego igual... ¡si el mismo
mazo me lo tiran otra vez!
Este juego es como el otro
cuando dan el primer pase:
todos tienen mucha clase
pa' ganar y pa' perder:
el amor, es pura entraña;
los amigos, son de acero;
y las copas, un reguero
de alegría y de placer.
¡Yo, de amigos... rechiflado!
¡Yo, de copas... colifato!
¡Yo, de amores de arrebato
cocinado, como ves!
Y pensar que condenado
por la ley del escolaso,
juego igual... ¡ si el mismo mazo
me lo tiran otra vez!
Pa' que sirve la experiencia
si de zurda hay un porteño
que apilado en cada sueño,
nunca quiere despertar...
Si el chamuyo de los tangos
y el suspiro de las "donnas"
-guitarritas querendonas-
con la guita hay que templar.
Escolaso de los años,
que en los pases de sus noches,
se quedó con los derroches
de mi generosidad...
Yo bien sé cómo se vuelve
de la última parada:
¡con un gris de madrugada
y un dolor de soledad!