Lonjazos
Bañao por los rayos del sol que se incendia
muriendo en la tarde detrás del ceibal,
va un gaucho al tranquito rumiando su pena,
camino del rancho que besa un sauzal...
Lonjazos del zonda castigan los cerros,
allá por las peñas dispara un huemul,
y el alma del gaucho recoge las notas
de dulce tristeza que canta el kacuy.
Regresa triste del valle,
donde al lao de un ciprés,
dejó pa' siempre a la china
que era tuito su querer...
¿Por qué te fuiste, mi vida?,
dice lleno de dolor...
¡Tal vez por linda y por güena
Dios de envidia te llevó!
Envuelto en su poncho, guasqueao por el viento,
igual que un fantasma, llevando su cruz,
va el gaucho cruzando los campos dormidos,
camino del rancho sin alma y sin luz...
Pasó la tranquera y el pingo miraba,
tal vez extrañao de no verla más,
y el gaucho le dijo: ¡No mire, mi pingo,
que la patroncita ya no volverá!
Entró al ranchito en silencio
y dos velas encendió
al pie de la Virgencita
que sus rezos escuchó.
¡Decile que no me olvide,
Virgencita del Perdón,
decíla que su gauchito
se ha quedao sin corazón!