Una Canción Para la Magdalena
Si, a medía noche, por la carretera que te conté
Detrás de una gasolinera donde llené
Te hacen un guiño unas bombillas
Azules, rojas y amarillas
Pórtate bien y frena
Y, si la Magdalena pide un trago
Tú la invitas a cien que yo los pago
Acércate a su puerta y llama
Si te mueres de sed
Si ya no juegas a las damas ni con tu mujer
Sólo te pido que me escribas
Contándome si sigue viva
La virgen del pecado
La novia de la flor de la saliva
El sexo con amor de los casados
Dueña de un corazón tan de cinco estrellas
Que hasta el hijo de un Dios
Una vez que la vio, se fue con ella
Y nunca le cobró
La Magdalena
Si estás más solo que la luna, déjate convencer
Brindando a mi salud, con una que yo me sé
Y, cuando suban las bebidas
El doble de lo que te pida
Dale por sus favores
Que, en casa de María de Magdalena
Las malas compañías son las mejores
Si llevas grasa en la guantera
Y un alma que perder
Aparca junto a sus caderas de leche y miel
Entre dos curvas redentoras
La más prohibida de las frutas
Te espera hasta la aurora
La más señora de todas las putas
La más puta de todas las señoras
Con ese corazón, tan cinco estrellas
Que hasta el hijo de un Dios
Una vez que la vio, se fue con ella
Y nunca le cobró
La Magdalena