Zumo de Neón
De pronto alguna tarde
te pasan calidad y de repente
los bulevares arden,
la piel recibe un telegrama urgente.
Los bares y los rostros
fascinan un instante, luego mueren,
asómate a mis ojos
si aún no has comprendido lo que quieren.
Los cuerpos que me clavan
sus codos y su prisa son de hielo,
la noche se derrama
sin dejarme chupar su caramelo.
Acabo vomitando
en los lavabos de un antro moderno;
un grupo está tocando
rock and roll a las puertas del infierno.
Mar donde flotan:
piruetas de bufón,
toreros de salón,
amor de garrafón.
Dame, dame música idiota
y zumo de neón
contra la depresión.
Todos se miran,
na-na-nadie se toca.
El club del desengaño
de madrugada está superpoblado,
la sombra de un extraño
planeta sobrevuela los tejados.
El grueso de la tropa
se afeita para ir a la oficina,
los jefes van de coca,
los curritos de tinto y aspirinas.