Dime por Qué

Microbio:
Somos humanos de papel enganchados en un tótem.
Un inerme dolmen que deja que las balas les reboten.
Entre lágrimas y ejércitos, Quién será capaz de oír las voces y lamentos
que desde el bosque broten? Quién?
Quién de todo ellos? Todos ellos.
Eso espero al menos, eso quiero.
Ven. Todo lo que tengo es tuyo:
yo solo construyo la vía de un tren.
Ten. Te regalo incluso mi orgullo,
y así no hay fallo. Al rencor que le den bien.
Creen saber la verdad, pero se mienten.
Tú y yo sabemos que el edén también tiene lo suyo.
No me fuerzo a ser feliz, solo fluyo.
Disfruto de lo bueno, de lo malo ya no me escabullo.
Solo soy uno, sí, pero si me uno ya no estoy solo.
Amor de lobo a su manada: aúllo.
Aún se escucha el murmullo del río
y hay una luna llena en el vacío,
y yo siento amor en el pecho
y una satisfacción enorme de que ha sido noble lo que he hecho,
lo poquísimo que he hecho. Las veces que me he equivocado han servido de algo:
valoro la culpa que cargo.
Aprendamos algo juntas:
para obtener respuestas primero hay que hacer bien las preguntas.

Tú dime por qué seguimos siendo tan torpes?
No nos enseñan nada los golpes, lo sé.
Al final perdemos el norte.
Sé que no alcanzaré el horizonte, pero seguiré en pie.
No nos enseñan los golpes,
ni nos evitan los cortes que están aún por ver.
El horizonte es ese desorden que hay que resolver,
responder de una vez por qué?

Neidos:
Entre tú y yo, tú qué tal con lo tuyo?
Hay agujeros negros en tu interior intuyo,
mucho barullo... Tranqui, tienes mi apoyo.
Si te veo en el hoyo no huyo, ni me callo, ni te engullo.
Ey en serio, si quieres puedes desahogar ese murmullo.
Hacerte examen, lamentarte con orgullo.
Es lo suyo. Yo callo y escucho
con mucho gusto. Me ajusto lo justo. Lo juro, no juzgo.
Cuando todo suena raro, absurdo y cansa,
como un calcetín usado que el entorno desgasta
Cuando el dolor es el único motor
Cuando el sollozo por la rabia hoy encalla y no sacia
Cuando te duele Cuando te aplasta
Cuando el octubre sacude el corazón,
sucumbe con razón y no encontraras motivos.
Puedo acompañarte si decides elegir el sigilo.
Si te quemas del tema y todo tiembla, no temas.
Tú también estabas cuando tuve yo los problemas, recuerdas?
Arrima tu autoestima encima de mi hombro.
También puedo recogerte si prefieres ser escombros.
Aunque nunca lo has notado tan nítido y claro,
quizá no sepas explicarlo, pero yo te entiendo.
Hazme parte para liberarte de este peso.
Descárgate. Desbórdate... Eh, que suene inmenso!

Still ill:
Hicimos de estar juntos el remedio para los golpes.
De cometer errores el mejor de los deportes.
Sé que no somos inmunes al dolor,
pero el sufrimiento en este cuento sabemos que no es eterno.
Ya jamás le digo a nadie que no llore,
que sea cada lágrima el golpe que rompe el molde, un estallido enorme.
Del dolor del esternón al descontrol del desconforme.
Torpes, pero nunca pusilánimes.
Yo puse fin al despropósito de fustigarme.
No les haré el trabajo a los que vienen a mermarme.
Por ver a mi madre alegre van a verme levantarme.
Si, tan insultantemente simple es por mi parte.
Porque el alma me arde al verte hablar de
lo que pudo ser y no se pudo porque el mundo es muy injusto. En este punto
devolver el golpe también vale.
Vale que es un curro crudo, pero aún no llegas tarde.
Tú no sabes en qué paso estará el siguiente abismo,
ni hasta cuando los demás permitirán tu victimismo.
Mis motivos son los mismos que los tuyos, tío,
y el antídoto para tu hastío está en ti mismo.

Microbio:
Tú dime por qué seguimos siendo tan torpes?
No nos enseñan nada los golpes, lo sé.
Al final perdemos el norte.
Sé que no alcanzaré el horizonte, pero seguiré en pie.
No nos enseñan los golpes,
ni nos evitan los cortes que están aún por ver.
El horizonte es ese desorden que hay que resolver,
responder de una vez por qué?