Los Chacareros de Dragones
Allá donde todo aquel septiembre
no alcanzó para llevarse la tempestad.
Allá donde mil poesÃas gritaron
cuando le cortaron al poeta sus manos.
Uy, uy, uy, si hasta el condor lloró.
Uy, uy, uy, si hasta el condor lloró.
Allá donde muchos vientos han pasado
why ninguno pudo detenerse a descansar.
Allá donde muchos pensamientos
no tienen palabras ni gritos ni silencios.
Allá donde quedó estrellada
la raÃz de un pueblo con sus profetas muertos.
Allá donde mil poesÃas gritaron
cuando le cortaron al poeta sus manos.