Una Intensa Calma
Eduardo Abel Gimenez, Lito Vitale
UNA INTENSA CALMA
(EL DESCUBRIMIENTO DE IMAGINARIA)
La primera vez que un navegante volvió a su tierra diciendo que había descubierto imaginaria,
nadie le creyó.
Con el pasar del tiempo,
él también dejó de creerlo,
y vivió sus últimos años convencido
de que todo lo que había para descubrir
ya estaba descubierto.
A partir de entonces, casi no pasa un día sin que alguien descubra Imaginaria.
Pero nadie puede dar pruebas de lo que hizo,
porque es muy difícil encontrar pruebas de algo
en Imaginaria, y a nadie le creen.
Unos pocos, sin embargo,
consiguen seguir creyendo en sí mismos,
que es la única manera de hacer
un auténtico descubrimiento.