Amanecer de una flor
Liuba Maria Hevia
En el jardín de la escuela
siempre amanece una flor
bordada con el rocío
que la noche le dejó.
Cuando me siento en el aula
para estudiar con amor
ella guarda sus secretos
en los bolsillos del sol.
Y cuando vuelvo a mi casa
quisiera llevarme su olor
pero no debo arrancarla
porque le causo dolor.
Y si mañana regreso
y ella no está en el jardín
yo sé que se está peinando
para volver a salir.