El Señor de las Canas
Nadie sabe cuánto tiempo traía cargando amargura
Cómo recuerdo a mi viejo y sus tantas aventuras
Se le volvieron los años, en su rostro, una madeja
Y transformó su sonrisa, tan solo por una mueca
Si encuentras en tu camino a un hombre que va llorando
Dile que a diario en mis rezos, su nombre voy pronunciando
Por señas tiene ojos tristes y herido su corazón
Es viejo y de pelo blanco, su mirada puro amor
Si encuentras en tu camino un hombre que va llorando
Dile que a diario en mis rezos, su nombre voy pronunciando
Andador de mil veredas de pueblos y calles viejas
Donde quedaron sus años, donde acabaron sus penas