El Otro
(Él) día pálido
Se encierra en mis manos rotas
Se desliza quejumbroso
Y desoja en un recuerdo
(Yo) anonadado en pausas de memoria
Y condenado a llantos sin dioses
Escucho los gemidos
Que desfallecen en la niebla
(Él) cabizbajo abre el cielo
Con viento enclenque y harapiento
Apaga una a una las estrellas sucias
Y despierta a los sueños
Para que vivan en silencio
(Yo) grito un grito enfermo
Un grito solo
Encerrado
En un constante ahora o nunca
En un hoy día de hace tiempo
(Él) se acurruca en crepúsculos sin sueño
Y encerrado en aires asfixiados
Camina sin rumbo
Vive sin sorpresa
Y (yo) no puedo cambiar la monotonía
De una tarde sin riesgo
De mil noches sin descanso
De una vida sin fuego