Cada vez que paso
Cada vez que paso
bajo tu ventana,
me azota el aroma
que aún flota en tu casa.
Cada vez que paso
junto al cementerio
me arrastra la fuerza que
aún sopla en tus huesos.
Qué ilusos. Nunca aprenderán que los poetas no callan. Que los poetas son libres, viento sin rejas ni murallas. Libre eres, Miguel. Siéntete libre.