Narración de Manuel Gerena
Pero Miguel es un niño aún, un niño nacido de la tierra, como esos niños yunteros criados en entre establos y surcos, criatura de un rebaño o de un arado. Por él cantan los cientos, miles, millones de niños yunteros que pueblan el reino de la pena, el territorio de los pequeños seres explotados por la crueldad del mundo. Niños que sudan y sangran por este poema que alcanza el cielo de los tristes.