Ártico

Que se detenga el mundo, que me bajo.
Ardiendo en medio del campo, girasoles mirándome.
La piel más joven en un alma de cascajo,
una sola nube negra encima de mí,
lloviéndome.

Evoco a las ballenas en el Ártico,
igual de grande el corazón nos hace idénticos.
No he sentido el verano y ya me marcho
sin haber tintado mi piel del color del otoño.

Pero ahí fuera conocen mi cara aunque no deje rastro,
yo solo ando de pasada, voy tirando dados
jugando con las cartas que me van tocando,
aunque ya sepa que no siempre son las de ganar.

Pero es que desde que estoy bien
(o más bien no sé cómo estoy)
me cuesta más escribir,
voy rulando como un toy.
Voy dejándolo todo pasar
hasta que se me lanza encima, como hoy.

Es que van 21, no sé dónde echar raíces.
Tengo un curro que mantiene, no sé ser feliz,
tengo todo lo que debería bastarme
pero me queda algo por llenar en mí.

Ahora caigo antes de noche,
despierto pronto, siempre alerta.
Nada es suficiente, agotado mañana y noche,
¿qué le han hecho a mis años jóvenes?

Me los han quitado con mi rabia.
Sin fuerza interna a dónde pretendo ir a parar.
El puto rap conciencia no me cura, pero alivia,
una espalda partida por cada ocho horas diarias.

Ya no me siento del todo jugando a algo
aunque siga disfrutando del camino,
me da más miedo equivocarme y ya no arriesgo,
y cuando me equivoco le culpo al destino.

Me siento un chiste con patas.
Voy dando tumbos,
soy un cuadro, una broma macabra.
Cada canción escrita duele como una sonata,
aunque, como siempre,
es mucho más dulce si te acompañan.

A quién pretendo engañar,
si mi mayor problema es que no olvido.
Tengo el corazón de oro pero rezuma nostalgia,
y así difícilmente podré nunca pasar página.

Tal vez no quiera, por eso ahora
estoy escribiendo un libro con lo que quise deciros,
estoy haciendo un disco con lo que quise cantaros
y en mi epitafio vendrá todo lo que no supe gritar.

Tengo tanto por decir y tan poco tiempo
(o tan poquita fuerza de voluntad)
que mejor callar la boca,
crear un personaje
y sacarme este disco
para que alguno lo pueda llorar.