1918 Revisitado
El día cuelga, limpio, de una muda estrella
Las hojas caen lentas como un distante jazz
Las calles, desoladas, por las que el miedo vuela
No nos quedó el consuelo de un miserable bar
Ernesto niega todo, dice que exageran
Nos piden que guardemos para pasar un mes
Los platos amontonan cocina de guerra
Un rezo de tu parte me haría mucho bien
Si vieras esta plaza, no lo creerías
Los árboles, fantasmas, se miran entre sí
Las tardеs entrelazan puras naderías
No еs tarde ni temprano porque no hay dónde ir
Las tardes en letargo me encuentran bebiendo
De un vaso sin fondo en donde nunca estoy
Sé que no es excusa pero es así el momento
Siento una nostalgia que no entiende razón
La costa, en la distancia, se vistió de bruma
Como un tenaz castigo empecinado en venir
Y entre aquel manto gris enfoco una fisura
De luz, como un mañana mejor que habrá de abrir