Somos Nosotros (Vida y Milagros)
Sobrevivo en Barcelona, entre estrés ruido y obras.
Hay personas que nunca se cruzan según lo que cobran.
Ventilo un rato mientras limpio el cuarto,
y no sé si está entrando más mierda de la que saco.
Vivo como buscando algo. Yo no tengo un segway
tengo una capucha y corro por el Parc Güell.
Veo la ciudad y pienso que locura.
Entre asfalto y polución nadie saluda.
Este soy yo, calentando la olla a presión.
Este soy yo en WhatsApp escuchándote en x2.
No quiero drogarme siempre en el mismo parque
porque yo quiero entenderme y requiere concentración.
Así que aquí me tienes. Sigo de alquiler y somos tres.
Bajo a por el pan antes que me cierren.
En mi calle es imposible tomar aire.
Asustado por el precio de una casa en el Maresme.
Pierdo el tiempo en Instagram, extraño a la gente.
Salgo para no pensar. Mando un selfi. Ven a verme.
Ceno tutos del Youtube. Aprendo con las prisas
como si todo pudiera estallar de repente.
Y mi mente se consuela.
Llevo empalmando crisis desde que acabe la escuela.
Una burbuja, una pandemia pero nada termina.
Hemos aprendido a vivir con angustia mientras cambia el clima.
Abro la ventana para que entre aire fresco
y me encuentro entre alquitrán y cemento,
pero te miento
si te digo que no tengo mis buenos momentos.
Y si quieres puedes venirte a ver
otro amanecer conmigo.
Si me buscas estaré
entre los hijos del sol (los hijos del sol),
dándole forma y color.
Sigo despierto soñando con luz y sonido.
Esto somos nosotros, un día más,
celebrando habernos conocido.
Logramos reconciliarnos con la duda.
Aprendimos que la vida que queríamos no la tendremos nunca.
Espíritu agreste.
Ni la voracidad ni la especulación impedirán que muera en el Maresme.
Desde que me marche a más de diez espacios he llamado hogar.
He visto mil ciudades, pero aun no dado con el lugar.
Cargar lo suficiente.
Mochila de recuerdos, vida y milagros.
Es vivir intensamente porque ya perdimos demasiado, amigo,
demasiado nos quitaron, digo.
Hoy ando de concilio con aquello que reprimo.
Miro a mi nudo y a menudo lo rimo.
Este soy yo con mi rutina, mi resaca infinita,
mis idas y venidas a medida.
Sudor y disciplina siempre juntas.
Ya no busco respuestas, me vale con las preguntas.
Abro la ventana para que entre aire fresco
y me encuentro entre alquitrán y cemento,
pero te miento
si te digo que no tengo mis buenos momentos.
Y si quieres puedes venirte a ver
otro amanecer conmigo.
Si me buscas estaré
entre los hijos del sol (los hijos del sol),
dándole forma y color.
Sigo despierto soñando con luz y sonido.
Esto somos nosotros, un día más,
celebrando habernos conocido.
He vuelto a mudarme, cansado de volver a empezar,
pero esta vez solo para no moverme más,
para llamar a esto mi hogar y amueblarme la mente,
para no drogarme con la gente de siempre, que ni me ven ni me sienten.
Me volvería al Maresme, pero nunca me saque el carnet
y esta ciudad me atrapo en sus fauces.
Para mi está bien, yo que con poco me basto
y solo arrastro mi infancia, comics y trastos.
Tengo demasiado armario para la ropa que gasto.
Al final soy un desastre de bajón, pero me has visto en mi salsa.
Sé que no doy pena cuando suena esa canción
y te alegra el corazón.
Entre tanta sonrisa falsa y tanta exhibición
-tienes redes y memes, pero el mismo vacío-
a la única gente que envidio es a la de mi edad que tiene críos:
dar vida, eso sí que es ser dios.
Y a mí me come los nervios tener el tiempo y los medios
y no saber qué hacer con mi tedio. Mental cautiverio.
Conocí el amor y no supe cuidarlo,
y ahora estoy avergonzado, triste y calvo.
Y aun así me salgo, porque veo el patio y se me pasa
Yo estoy con 10.000 vatios, a kilómetros de casa,
de concierto con mi segunda familia,
no todos los días tan bien avenida como transmitía,
pero a veces si tía. Llega calor y energía
y todo gira en la gira y se nos olvidan las movidas. Aquí arriba
con Neidos, Still ill, Acid Lemon, el Ricard y compañía.
Este soy yo, y esta es mi vida.