Un camino de flores [Un camino de flores]
Plazuela de San Miguel, no importa el año, un día de enero,
nació para Jerez y para el mundo una niña de fuego.
España olía a pueblo y sonaba a guitarra y pandereta
de payos y gitanitos que se buscaban dos pesetas.
Ella sólo sabía reír y reía en lugar de llorar.
Ella sólo quería vivir y se tragaba las ducas con un tirititrán.
No sabe cantar ni bailar pero por Dios no se la pierdan.
Dicen que eran sus ojos, sus manos, que echaban chispas sus piernas.
Los del bando Carmela la lloraban por los rincones
y la bandera soñaba con un torbellino de colores.
Ella siempre decía que sí porque nunca decía que no
y gritaba para ser feliz Dios mío cómo me las maravillaría yo.
Y un lerele y un lerele y un lerele, lere, lerele...
Y un lerele y un lerele me hace un camino de flores pa no perderme.
Y un lerele y un lerele y un lerele, lere, lerele...
Y un lerele y un lerele me hace un camino de flores pa no perderme.
Y un lerele y un lerele y un lerele.
Del sur hasta el Paralelo, sisplau, no importa el año, el mes no cuenta
y de Madrid pa tocar el cielo se fue la niña de la venta.
España era un Guernica con nubes grises y suelo rojo
y cada día Salvaora le abría sus puertas y cerrojos.
Y es que ella dejaba salir por la boca la grasia de Dios,
se rompía y volvía a seguir pero remendando con lunaritos el corazón.
Los gachós iban al colmao y la vigilaban a deshora
pero el amor es la pescaílla que se muerde la bata de cola.
Que mire usted si era gitana que hizo una cruz al cante innombrable
y mire si era buena mama que pa to el mundo fue una madre.
Ella era luna y jazmín, esos brazos donde llorar,
el principio que no tiene fin y la negra pena, penita, pena un día más.
Y un lerele y un lerele y un lerele, lere, lerele...
Y un lerele y un lerele me hace un camino de flores pa no perderme.
Y un lerele y un lerele y un lerele, lere, lerele...
Y un lerele y un lerele me hace un camino de flores pa no perderme.
Y un lerele y un lerele y un lerele.
Y un día sin ton ni son, no importa el año, el mes de las flores,
se puso mantilla blanca y salió a la calle sin tacones.
Todas las noches regresa y me dice: “¡Ay, lerele, ya estoy aquí!
Y yo me miro al espejo y ahí está dentro de mí.
Y un lerele y un lerele y un lerele, lere, lerele...
Y un lerele y un lerele me hace un camino de flores pa no perderme.
Y un lerele y un lerele y un lerele, lere, lerele...
Y un lerele y un lerele me hace un camino de flores pa no perderme.
Y un lerele y un lerele y un lerele.